Gracias a Cal por esta significativa reseña de lo que fue el show de UNBROKEN en Buenos Aires, y ni que decir sobre las fotos. Genial !!!
No se olviden de visitar los links y dejen sus comentarios !!!
Sarpado !!!
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NO ES LO MISMO "LEYENDA" QUE "CULTO"
Antes que nada, quiero dejar en claro, que no es lo mismo “leyenda” que “culto”. Allá por los noventa, cuando empecé (y muchos empezamos a escuchar esto que se llama hardcore) soñábamos con poder ver alguna vez las bandas que en los 80 fueron fundamentales, los cimientos de este movimiento (Agnostic Front, Warzone, Insted, Youth Of Today, Gorilla Biscuit, y una lista interminable y personal), Por suerte el hardcore fue en progreso, jamás se estancó y con el correr de los años se gestaron bandas, sellos, festivales y eso permitió el crecimiento de bandas que recién nacían como Strife, Earth Crisis, Snapcase, Refused y otra vez volvimos a soñar con la posibilidad de ver alguna vez. Claro!, ya han pasado más de 20 años de esos 90 fructíferos y todas esas bandas se han transformado en pilares del hardcore actual, moderno y casi contemporáneo. Por esta razón Unbroken tiene que estar en ese grupo de bandas “fundacionales”. El sábado 17 de septiembre quedará como un día histórico para los amantes del hardcore en Argentina, Las casi 400 almas presentes sabían a la perfección lo que iban a buscar y lo que iban a encontrar (Unbroken tiene algo extra, es distinta a todas, porque no es una leyenda, es una banda de culto, con tan solo dos discos patearon el tablero y marcaron el rumbo). Desde temprano pasaron por el mismo escenario, Puedo Ganar, A Mis Espaldas, Knockout, Mil Caras, Vieja Escuela y la expectativa iba en ascenso. Sin nada de intros, ni humo, ni bandera, Steven empezó a hacer ruido con su guitarra (casi como el final de Curtain, último tema de Life. Love. Regret) que le sirvió de clima para que el resto de la banda se fuera acomodando, así de simple, cuatro tipos con instrumentos esperando ser devorados. Tres temas al palo, para que todo se convierta en un caos, saludaron (agraderieron poder estar en Buenos Aires y le dedicaron el show a Eric Allen), se acomodaron, afinaron (para qué?), si esto era perfecto. Dave un poco disgustado porque no podía cantar cómodo, hasta que entendió la emoción incontrolable del público (ví gente llorar, cuerpos contorsionados, llevados al límite de lo que un humano puede dar y logicamente cantar cada uno de los temas (hasta los puntos y las comas), este es el momento en que querés que nunca pase el tiempo, pero cuando te diste cuenta, ya se pasó el show (pero antes me tomé unos segundos –vieron ese efecto en cámara lenta de Matrix- y miré detalladamente a cada uno de los integrantes…y ahí estaban Dave Claibourne, Steven Andrew Miller, Rob Moran y Todd Beattie, hasta que D4 me sacó de ese trance), y de ahí hasta el final Unbroken prendió fuego el lugar. La entrega, la humildad, el carisma, fans en todo el mundo y un disco insuperable, han convertido a Unbroken en una banda de culto.
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